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29 de Mayo 2004
A ver qué van a decir
Un día de estos, en alguna de estas cumbres deberían apartarse una o dos jornadas para tomar a representantes de las turbas manifestantes y dejarles hablar en el podio. Deberían dejar pasar a dos o tres individuos de cada contingente, incluyendo a los que van de manera pacífica y a los vándalos.
Seguramente escucharíamos más cantaletas del tipo "Queremos un mundo más justo", pasando por "En mi barrio no hay agua" y demás blablabla, y muy pocos argumentos sólidos e interesantes (aunque quizá los habría).
Y en contraparte, un día de estos los organizadores de estas cumbres deberían proponerse implantar mecanismos de medición de resultados, de manera seria. Deberían decirnos en cada una de ellas qué se ha logrado con respecto a la anterior. "Se ha reducido la emisión de gas carbónico en un 12%"; "La economía de los países en desarrollo ha crecido 5% gracias a tal y tal acuerdo, como lo demuestra este estudio". Es decir, deberían emitir auténticos reportes de evaluación basados en datos científicos, y no esta clase de bromas.
En fin. Que me queda claro que este tipo de encuentros sólo sirve para: 1. Hacer pronunciamientos de buena voluntad (de los cuales está hecho el camino al infierno) 2. Suscribir acuerdos etéreos, tomarse la foto, darse palmaditas en la espalda y acordar acciones que jamás serán evaluadas 3. Dar pretextos para saquear los comercios de las ciudades cede, como acaba de suceder en la bellísima ciudad de Guadalajara.
Todo lo anterior tirando algunos miles de dólares en organización y seguridad. Será eso, o mi obstinada estupidez.
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Gracias a Arévalo por su enlace.
Escrito por Lic Osorio, 1:20 PM
27 de Mayo 2004
Organizados
(Monólogo de oficina)
Mi jefe está de vacaciones, en Belice. Mi asistente está dando una capacitación en Mérida. Yo debería estar en Mérida en estos momentos. Pero mi jefe quiso ir a bucear a Belice. No sé porqué sospecho que hay una relación directa entre ese buceo y mi estancia aquí. Mmmm.
Los noticieros vuelven a dar cuenta del gran negocio que representa la piratería en México. Como siempre, descubriendo el agua tibia: Nada que no se sepa ya. Casi podría afirmarse que no hay ciudad en este país que no tenga un puesto callejero ofreciendo mercancía de contrabando. Por otra parte es de reconocerse que los contrabandistas (al igual que los grandes narcos) tienen que ser muy buenos empresarios. ¿Se imaginan, por poner un ejemplo, la capacidad logística que se requiere para estar al día en el negocio?
No cualquiera. Por decir algo: Cualquier película que pinte de taquillera se encuentra en las calles de esta ciudad al menos una semana antes de su estreno oficial. La que sea. Y casi en cualquier puesto. Lo mismo sucede con software, hardware, música. Y si hablamos del legendario barrio de Tepito no acabamos; ahí encontraremos desde falsos uniformes policíacos hasta auténticos uniformes policíacos; desde bebidas alcohólicas, ropa, juguetes, calzado, hasta cualquier artilugio electrónico a precio de ganga. Si con el mismo espíritu organizacional trabajasen todas las empresas mexicanas (sobre todo del sector público), otro sería este país. Los señores (y señoras, cómo no) al frente del crimen organizado tendrán una legión de distribuidores, guardias, contadores y policías a su servicio, trabajando como un fino mecanismo de relojería.
Algo que me ha impresionado del comercio ambulante es su capacidad de reacción. En el Centro Histérico cada encargado de cada puesto carga con un walkie-talkie. En ocasiones la policía organiza redadas para dizque confiscar la piratería. Los comerciantes corren la voz en segundos; desarman el puesto y desaparecen la mercancía en cuestión de un minuto. Me ha tocado verlo. Compraba yo un churro relleno de chocolate en El Moro cuando se dio el aviso. Frente a mí tenía un puesto de software pirata. El encargado metió todo en una bolsa de buen tamaño; se la pasó a otro compañero quien le llevó en bicicleta al edificio de enfrente. Muchos de los preciosos edificios del centro son usados como bodegas. El encargado mientras tanto desarmaba el puesto (compuesto de varillas metálicas). Una vez hecho esto, escondió las partes debajo de un puesto de revistas. Cuando pasó la patrulla el sujeto en cuestión se encontraba comiendo un churro a mi lado, quitado de la pena.
El narco es tema para largo. Pero tampoco podemos negar que sus ejecutivos deben poseer talento para los negocios. Allí no creo que se anden con jueguitos ante los empleados:
(Oficina de Gobierno):
-Gutierritos, ¿por qué no está listo el reporte?
-Es que estaba muy ocupado (chateando) jefecito. Pero ahorita lo hago.
-Bueno Gutierritos, pero que no se repita.
(Oficina de un Narco):
-Gutierritos, ¿por qué no me avisaste que había un retén en Sinaloa? Nos confiscaron la mercancía (gracias a tus pendejadas)
-Es que estaba muy ocupado, jefecito. Pero no se volverá a repetir.
-Claro que no, Gutierritos.
(Sonido de detonación de arma de fuego, seguido de sonido de bala impactando en el cráneo de Gutierritos )
Son las seis de la tarde y el sol brilla como si fuesen las tres. La tarde cae a las ocho y media. Me voy a leer a mi casa.
Escrito por Pável, 6:07 PM
24 de Mayo 2004
Conciencia
Una sola vez he quedado inconsciente tras un golpe en la cabeza. Sucedió cuando era niño y estaba jugando fútbol en un parque cercano a mi casa. Tendría alrededor de 7 u 8 años, era una cancha de tierra, mi padre nos había llevado a mi hermano y a mí. Jugábamos contra otros chicos. Yo esperaba de pie un pase por alto y un niño corrió y me derribó sin intención de hacerlo. Recuerdo perfectamente que caí hacia atrás y no pude meter las manos. Recuerdo el segundo en el cual mi nuca golpeó el piso, y enconces se hizo la oscuridad. Sin mayores aspavientos, sin dolor. Esto es lo extraño, no recuerdo el dolor. Sólo el apagón. Abrí los ojos después de unos segundos, y lo primero que vi fue el rostro de todos los niños encima de mí, y el de mi padre preocupadísimo. Cuando los abrí, recuerdo que fue como si estuviese despertando de un largo sueño, y tardé un poco en recordar lo que había pasado.
Han transcurrido alrededor de veinte años desde aquel incidente, y lo recuerdo porque esta tarde estaba sentado en un parque muy similar a donde sucedió aquello. Fui a jugar basquetbol, y al estar tomando un descanso me percaté que en el mismo parque había una cancha de fútbol muy similar a la de mi recuerdo. Me vino a la mente la anécdota.
Por la noche, ya en casa, hice una llamada a mi otra ciudad para saludar a mis padres. Casi sin querer le pregunté a mi padre en dónde se ubicaba exactamente el parque donde ocurrió aquel suceso. Se trataba del mismo parque de esta tarde.
¿Es cierto que regresamos a ciertos lugares, guiados por algún oscuro instinto de nuestro organismo?
Escrito por Pável, 4:07 PM
23 de Mayo 2004
El humor de California
(Introducción a El puente está detrás de nosotros)
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El ser humano inventó el error tal como inventó la pasta de dientes, las antenas parabólicas o los anteojos; es decir, por necesidad.
Ella y yo estamos escribiendo al mismo tiempo en nuestros respectivos cuadernos. Estamos en la misma habitación y hemos pasado el día juntos en un país extraño. Ella tiene los audífonos puestos y escribe con vehemencia. Pienso que lo más probable es que ella se encuentre registrando los acontecimientos del día. Yo en cambio escribo sobre la fascinación que me produce verla escribir. Por supuesto, yo no tengo la absoluta certeza de que ella escriba lo que yo creo (tan fácil que sería preguntarle). En ciertas circunstancias esto podría entristecerme un poco pues eso significaría que nadie registrará lo sucedido. Y lo que se olvida es lo no existente; si los hechos se olvidan jamás existieron para quienes no los conocieron. Pienso en esto y luego divago; me parece todavía increíble la manera como me encontraste un día antes. Dejaste una nota de 10 por 15 centímetros en la pizarra de avisos del hotel; pizarra que nunca leía y que por casualidad ese día leí.
De repente detienes tu escritura. Levantas la cabeza y te ríes. Algo escuchas en la radio de San Francisco.
-¡Me encanta el humor de California!- dices.
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(Martes 18 de agosto de 1998, Mérida)
Escrito por Pável, 11:59 PM
17 de Mayo 2004
Una nota sobre las elecciones yucatecas
Cerverita, en la mañana de hoy lunes.
El rumor era que Cerverita encabezaba las preferencias de la Ciudad Blanca. La semana pasada estuvimos buscando el dato duro (encuestas pues) que lo confirmara pero nuestros esfuerzos fueron infructuosos. Al momento de escribir estas líneas todo parece indicar que la Alcaldía de Mérida continuará administrada por el PAN. La gran sorpresa la está dando el PRD al ganar Valladolid, una de las más grandes ciudades del Estado.
Una cosa nos queda claro del proceso: La caballada está flaca, famélica, como se dice en el lenguaje político para referirse a la falta de personas capaces de generar confianza en la ciudadanía. Si bien al parecer Mérida se queda con lo menos peor (ser amigo del actual Gobernador parece ser el mérito más destacado del virtual triunfador), es deseable que la ciudadanía entre en un profundo proceso de reflexión acerca de este hecho. Es triste que en cada elección los aspirantes tengan como principales argumentos de campaña descalificaciones groseras hacia sus contrincantes, en vez de propuestas sólidas y razonables. Por supuesto, esto en un síntoma nacional. Pero la concepción de la vida política es muy diferente entre regiones, históricamente hablando, y a nivel sociedad, a nivel del ciudadano de la calle tenemos la impresión de que la mayor parte de los meridanos aún no caen en el desencanto cínico de otras regiones. Es decir, ante una cultura política prácticamente nula se tiene la oportunidad de construir una buena cultura política. En los últimos años la juventud de la capital yucateca ha tenido conatos de ampliación de criterios en otros rubros (lo "artístico" por ejemplo). ¿Por qué no pecar de optimismo y esperar que, poco a poco, la cosa política tome tintes profesionales, incluso académicos en esos lares?
Si se piensa que antes hay problemas más graves por resolver en la entidad, mírese de este modo: La profesionalización de la política es una inversión para resolver esos problemas. Y un aire fresco, proveniente del Golfo, no le haría nada mal al país en general.
Escrito por Lic Osorio, 11:53 AM
14 de Mayo 2004
Distorsión
1. Como señala Ignacio Ramonet en su libro La tiranía de la comunicación la era de la información nos ha traido la era de la sospecha. Hasta cierto nivel, gran parte de la sociedad actual ya no cree a pie juntillas la información escrita que recibe cotidianamente. Pero ¿cuánto comenzaremos a dudar de las imágenes? Es bien sabido que una fotografía o un video tienen más poder de credibilidad que un texto; al menos así era hasta hace poco. Paulatinamente (y con el fácil acceso a herramientas de edición) las fotografías fueron cayendo en descrédito. Pero ¿ya tenemos esa saludable dosis de sospecha ante los videos? ¿Ante las transmisiones en vivo y en directo?
2. Otra: ¿Cuándo nos terminaremos de convencer que nuestra percepción y nuestra memoria están viciadas de origen? Evidencia científica en psicología social ha mostrado que incluso lo que vemos de manera directa tiende a ser deformado de acuerdo a lo que queremos ver. Y ni qué decir de las modificaciones que sufren nuestros recuerdos. Por ejemplo, en el video donde René Bejarano recibe el dinero de parte de Carlos Ahumada, muchísima gente recuerda que Bejarano se mete fajos de billete a los bolsillos, cuando en realidad no se sabe a ciencia cierta qué es lo que guarda. Desde las transmisiones hechas en televisión es imposible deducirlo, pero la opinión pública se ha convencido que se guardó en el saco hasta las ligas.
3. A todo esto, ¿qué conclusión sigue? ¿No creer en nada, sospechar de todo? Quizá. Tomar con precaución aún nuestras propias percepciones. Nuestras actitudes y comportamientos hacia determinados objetos o situaciones surgen directamente de nuestras percepciones. Entonces, desarrollar la costumbre de verificar las cosas y consultar distintas fuentes antes de reaccionar es tan saludable como dejar de fumar. Y al igual que esta última conducta, las posibles consecuencias de no hacerlo no nos afectan únicamente a nosotros.
Escrito por Pável, 9:38 PM
11 de Mayo 2004
Alerta Nacional: Falla el reparto de vacunas
Durante el asueto de día de madres, Luisito y un servidor aprovechamos para poner al día nuestros deberes cívicos: Actualizar la credencial de elector y vacunarnos contra el sarampión.
Si bien lo primero transcurrió sin mayores contratiempos, amén de la típica cola, al llegar al Hospital de Xoco para inmunizarnos de la enfermedad de moda nos topamos con la cruel realidad: No hay vacunas.
El titular de Salud de este país insiste en que no se trata de un problema desabasto, sino de distribución. Proponemos que camiones de la Coca Cola, (expertos en llegar hasta el rincón más alejado del planeta) sean usados para entregar la ahora preciada sustancia a su destino.
"Por piedad" dije de rodillas al enfermero en turno, "no quiero que se me reviente el cerebro" .
"A chingar a su madre a otra parte" habría sido la paciente respuesta del servidor público.
Debido a las circunstancias anteriores se advierte a la población meridana, dadas las intenciones de quien esto escribe de visitar próximamente tierras sureñas (probablemente ya en garras nuevamente de Cerverita). Si llego con los ojos inyectados en sangre, no fue mi culpa.
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Escrito por Pável, 6:09 PM
El Oso, el puercoespín y el zorro
Jeffrey Davidow, ex embajador estadounidense que vivió la transición entre Ernesto Zedllo y Vicente Fox, publicó hace unos meses su libro. En él, Davidow hace un análisis bastante objetivo de la relación que guardan dos países tan distintos como interrelacionados: México y Estados Unidos. El título del libro alude a una imagen de lo que pueden representar estos dos países, El Oso y Puercoespín; el Oso es un muy buen ejemplo de la fortaleza y el poder de nuestros vecinos del norte, se puede decir que no hay rival que le haga frente; sin embargo, si debido a su tamaño o naturaleza no alcanza a notar donde se encuentra ubicado el puercoespín (México), puede llegar a lesionarlo. Si bien es cierto que el animal que tiene necesariamente las de perder es este último, con esta acción el oso seguramente saldrá bastante lastimado por las espinas. A esta relación se podría añadir un actor más, el zorro, que habita en el mismo bosque y es un enemigo natural del oso, a la vez que su presa. Siguiendo con la analogía, Cuba es el zorro astuto, evasivo, reservado. Un zorro que había mantenido una relación de convivencia con el puercoespín, si bien es cierto que esta convivencia basaba su regular respeto y calma en una comprensible búsqueda de certidumbre en las políticas internas e, incluso varias veces, en un mutuo interés y utilitarismo.
Los recientes escándalos, tristemente célebres debido a su cotidiana ventilación y manoseo por parte de los medios de divulgación (no de comunicación como tradicionalmente se les llama), alcanzó su cenit en el momento que funcionarios del gobierno mexicano retiraron a Roberta Lajous, embajadora de nuestro país en la isla, y le solicitaron encarecidamente a su homólogo cubano acreditado en México que hiciera lo propio (aunque para su retiro le concedieron 48 horas, tiempo más que suficiente para hacer al menos seis comidas, cinco más que las permitidas a Fidel Castro en la cumbre de Monterrey). Este escándalo a la mexicana se hace aún más notorio por las sospechosas señales que el oso ha dado en los últimos días al puercoespín y que tienen que ver con el zorro. Dejando de lado las camisetas del Che, la quema de banderas yanquis y efigies de Bush, de lanzar lodo y consignas contra el imperialismo, es por demás evidente que Estados Unidos ha metido las manos y ha contado con el respaldo, colaboración o franca inocencia del gobierno mexicano. No es de extrañar (el propio ex embajador de México en Cuba, Ricardo Pascoe, dixit) que el mismo día y casi a la misma hora de que el Canciller mexicano ordenaba el intercambio de embajadores, Perú anunciaba que retiraba al representante de su gobierno en la isla. México, a su vez, ha mostrado lo que ha sido una constante desde su inicio: falta de adecuada dirección operativa, escasez de talentos que encabecen las secretarías de Estado, deficientes relaciones entre poderes y candidez y ausencia de tacto político y diplomático en situaciones delicadas, inesperadas o conflictivas. Es preciso recordar que el mismo Pascoe había enfrentado uno de los primeros rounds entre los gobiernos mexicanos y cubanos, cuando un grupo de ciudadanos habaneros entraron por la fuerza y se autoasilaron en el edificio de la embajada de México en Cuba, movidos por rumores de que el gobierno mexicano recibiría en su sede diplomática a todo aquél que quisiera abandonar la isla (posteriormente insistentes versiones señalarían que el encargado de haber propalado estos rumores era nada más ni nada menos que Secretario de Relaciones Exteriores mexicano en ese entonces, Jorge Castañeda). Cuando sonó la campana, los cubanos que quedaban en la embajada tuvieron que salir y regresar a su esquina.
¿Qué ha propiciado la aparición de la peor crisis diplomática entre ambas naciones en los últimos 100 años? Para comenzar, se puede señalar que desde que Fox asumió el poder, las relaciones entre él y el George Bush fueron de encuentros y cercanías, lo que vislumbraba un alejamiento con Cuba por obvias razones. La primera visita que Bush Jr como presidente de EU hizo al extranjero fue a México. La prensa internacional dio cuenta de la fraternidad reinante entre los mandatarios de ambas naciones, hasta que el 11 de septiembre truncó este idilio político, en parte al prolongado titubeo de Fox en respaldar a su homólogo estadounidense, siempre dispuesto a desenvainar la espada. Y ya sabemos que a Bush le ponen de malas los titubeos de los demás. Quizá para reconciliarse (y en pos de ese sueño dorado de establecer un tratado de inmigración entre ambos países), el gobierno mexicano protagonizó el bochornoso espectáculo del comes y te vas, aderezado por el adjetivo de ardidos que les endilgó a funcionarios cubanos el entonces Canciller Castañeda. Fidel Castro ya había puesto su granito de arena, al afirmar en diciembre de 1998 que debido al Tratado de Libre Comercio entre México y EU los niños mexicanos conocían mejor a Mickey Mouse que a sus héroes nacionales. La escalada de desencuentros creció: al retiro sorpresivo e indignado en febrero de 2002 de Fidel Castro de la cumbre de Monterrey siguió la divulgación por parte del gobierno cubano de la llamada telefónica entre Fox y Castro, en donde claramente se escucha que el primero le pide al segundo que después de la comida por la Cumbre de jefes de Estado celebrada en esa misma ciudad, sea tan amable de retirase (no de la mesa, sino ¡del país!) para no incomodar a Bush, a lo que Castro responde con una perla: ¿algo más, Señor Presidente? Nuestra diplomacia se vistió de luto y vergüenza, pero el último en enterarse (y a fe de los últimos acontecimientos parece que no se termina de enterar) fue el propio Fox. A este enrarecimiento de las relaciones siguió una falsa calma, que solamente esperaba por una chispa que encendiera de nuevo la hoguera. A la postre, no fue una chispa, sino un flamazo ginebrino lo que desencadenó la actual crisis diplomática: el reciente voto de México en contra de las políticas cubanas por los derechos humanos. Debido a este voto, crecieron las sospechas acerca de la conversación telefónica que Bush hizo a Fox muy temprano por la mañana, tres días antes de que se efectuara la votación que a la postre fue desfavorable para el gobierno de la isla. La cereza que coronó el pastel fue la deportación cubana del empresario argentino avecindado en México Carlos Ahumada, buscado por la policía mexicana debido a los celebérrimos videos que aparecieron en todos los noticieros de cadena nacional en México, en donde aparece entregando grandes cantidades de dinero a funcionarios mexicanos supuestamente para sobornarlos y verse favorecido con millonarios contratos con el gobierno de la Ciudad de México, gobernada actualmente por uno de los enemigos políticos más acérrimos de Fox, Andrés Manuel López Obrador. Cual regalo, el gobierno de la isla le agregó al deportado una nota, que más o menos informaba que devolvían al argentino capturado en Cuba ya que estaba involucrado en escándalos de tinte eminentemente político en nuestro país.
Con una actitud que algunos han calificado de histérica ante este comentario, el gobierno mexicano decidió situar las relaciones entre ambos países en el plano estrictamente de negocios, o mejor dicho, en un rompimiento técnico de las relaciones diplomáticas. Además de la nota que acompañó al argentino, esgrimieron como justificantes de esta decisión el hecho que dos miembros del Partido Comunista Cubano (el encargado del Departamento para asuntos de América Latina, José Arbesú y Pedro Lobaina de la sección México para la misma área) habían ingresado al país en abril de 2004 y se había reunido con representantes de varios partidos políticos mexicanos. Por tanto, los titulares de la cancillería y de la política interna nacional, decidieron que estos altos militantes cubanos se habían inmiscuido en asuntos de política interna y que este hecho era razón suficiente para que el gobierno mexicano tomara las acciones necesarias en señal de protesta. Siguiendo con la relación de sospechas, resulta intrigante que ambos funcionarios mexicanos no hayan revelado la naturaleza ni el contenido de dichas reuniones. Lo que sí han repetido es que en aras de preservar la seguridad nacional se reservan el derecho de no publicar los datos concretos que prueben que efectivamente los dos cubanos trataron asuntos concernientes a política o soberanía mexicana; también afirman que tienen todo el derecho de conducirse con mutismo en este tema, ya que así lo permite el artículo 13 de la (gran paradoja mexicana) Ley de Transparencia y Acceso a la Información aprobada recientemente por el Congreso de la Unión. Sin embargo, esta negativa por parte del Secretario de Gobernación a difundir la información relativa a las reuniones y su comentario acerca de que de la misma se podrá hacer pública dentro de ¡doce años!, parece un pretexto burdo que en realidad busca ocultar la sospecha creciente que se tiene de que esas reuniones no representaron injerencia alguna de extranjeros en nuestra política interior, y simplemente fueron reuniones como las que en forma frecuente se llevan a cabo entre actores políticos mexicanos y extranjeros.
Con relación a estos encuentros entre militantes cubanos y mexicanos tres preguntas pueden plantearse: ¿Por qué el gobierno mexicano esperó más de un mes para hacer públicos estos encuentros y tomar las 4 medidas que creen necesarias, y ahora las toma cuando el gobierno cubano los pone en jaque con el envío de Ahumada?; si realmente los dos cubanos en esos encuentros trataron asuntos de política interna con algunos políticos nacionales, ¿entonces por qué el gobierno mexicano no ha llamado a cuentas a estos últimos ni ha abierto alguna línea de investigación entre los involucrados mexicanos, como estipula la ley, sobre todo en los casos en los que se ve comprometida nuestra soberanía nacional como afirma el gobierno que este escándalo representa? (máxime que esta lista de políticos ya la ha hecho pública el propio gobierno cubano, por lo cual no se puede pensar que el gobierno de Fox ya ha iniciado la investigación y no la ha dado a conocer para no entorpecerla). El hecho de que el gobierno de México sepa, como él mismo afirma, desde hace tiempo de estas reuniones entre políticos mexicanos y extranjeros, de su frecuencia, naturaleza y contenidos, ¿no habla al mismo tiempo de que ejerce vigilancia sobre los actores político nacionales, lo cual lo emparentaría (aunque guardando las proporciones) con el gobierno cubano?. Si tomamos en cuenta que al hacer evidente esta vigilancia y que Fox desaprueba tajantemente estas reuniones, cuando él mismo visitó a disidentes del régimen de Fidel Castro en su visita a Cuba sin siquiera informar que pensaba hacerlo, se hace evidente que el actual gobierno mexicano sigue refinando el delicado arte de escupir para arriba.
Escrito por Lic Gonzáles, 3:08 PM
7 de Mayo 2004
¿Qué nos queda?
Casi desde que te conozco espero la noticia de tu muerte; no puedo imaginarme todavía cómo será cuando la reciba, pero me parece lo más natural que suceda un día de estos. A pocos minutos de iniciar nuestra charla, la cual versará sobre la felicidad y el amor, tengo otra de mis recurrentes visiones: Te puedo ver en la misma situación en la que te encuentras en este momento pero en un punto diferente en el tiempo, en el futuro. Un artículo de Fernando Savater acerca de la felicidad te ha llevado a la desoladora conclusión de que ni siquiera nuestros días pasados son intocables; podemos descubrir por ejemplo que durante aquella época feliz que vivimos estuvimos siempre siendo víctimas de un engaño o de una manipulación, y entonces el recuerdo de una etapa hermosa puede convertirse en la más cruel de las amarguras. ¿Qué nos queda entonces si tampoco el presente ni el futuro tienen la capacidad de otorgarnos la felicidad, uno por efímero y el otro por inexistente?
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(Escrito en Mérida, mayo de 1999)
Escrito por Pável, 6:55 PM
5 de Mayo 2004
4.
Aceptémoslo: Nuestra inexistencia nos provoca demasiada ansiedad. Para encubrir esta ansiedad constantemente actuamos sobre los objetos; mediante las huellas y las deformaciones que le imprimimos a las cosas queremos dar fe de nuestra presencia.
Pero en ocasiones la conciencia de una angustia mayor nos distrae de la ansiedad primaria de nuestra inexistencia: La angustia de que el otro no exista. Entonces es la desolación total. Pero no nos engañemos: La ausencia del otro únicamente nos alarma en cuando a que el otro sirve de prueba, de evidencia de nuestro propio ser. Es decir, todo remite a la ansiedad original: Nosotros no estamos aquí. Queremos que el otro exista sólo para reafirmarnos.
Cinthia mira a Héctor dormir y se pregunta por qué existe Héctor. Se pregunta si él representa una desviación en su camino, un atajo o el camino mismo. (Cinthia no quiere aceptarlo en ese momento, pero Héctor representa una advertencia y una pausa antes de tomar el impulso definitivo). La historia personal de cada individuo es muy simple, piensa Cinthia, es lineal y las personas estúpidamente se esfuerzan en complicarla. Ahora mismo ella puede resumir su vida en unas cuantas situaciones: Dejar atrás la infancia, terminar la adolescencia, estudiar enfermería, trabajar, conocer la maldad. Llegado el último punto Cinthia ha tomado una decisión, quizá la única que ha valido la pena hasta ahora en su vida. Y es entonces cuando aparece Héctor y Cinthia no sabe qué significa esto.
Cinthia se pregunta en qué objetos quedará grabada la prueba de su propia existencia. Quizá éste sea el papel de Héctor: una memoria en la cual habitar.
Escrito por Pável, 8:18 PM