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2 de Junio 2005
(4) En efecto, estúpido de mí, ante la pregunta de "a qué te dedicas" siempre olvido mentir. El taxista ahora se había enfrascado en la sesuda explicación de la dinámica familiar de una de sus clientes. "Conozco a una tipa" comenzó a contar, "una señora joven, no tendrá ni cuarenta años. Vive con su esposo; más bien su amante, porque no creo que estén casados; viven en San Jerónimo y ella no hace nada, quiero decir, él la mantiene, le compra ropa, joyas, etc. Pero ella se la pasa drogándose todo el día, y sé que tiene otros amantes; lo sé porque yo la llevo a verlos. Pero el caso es que ella es guapa, o era guapa, porque se ha descuidado mucho y siempre anda bien pacheca, yo creo que ya no piensa bien, se le está pudriendo la mente. Su casa es una casa lujosa, pero la tiene toda sucia, y si tú entras sientes inmediatamente la mugre y el olor a sucio. Un día que la dejé me ofreció un refresco y yo acepté, me invitó la pasar y me senté en su sala; los muebles estaban llenos de polvo, y ella comenzó a buscar un vaso para servirme una coca cola, pero no tenía ninguno limpio y entonces tomó una copa de vino y allí me sirvió, pero cuando iba a tomar la coca me di cuenta que la copa estaba llena de polvo, y me dio asco y no tomé nada. Está tan descuidada que hasta los dientes ya los tiene negros amarillos verdes (usó los tres colores seguidos) y creo que se le están cayendo. Y eso no es todo, porque tiene un hijo de nueve años que es un verdadero hijo de la chingada. El niño sabe que su mamá tiene queridos, y siempre la chantajea con decirle al papá, para que la señora le dé dinero. Es bien cabroncito el niño. Yo digo que esa familia ya está bien jodida, pero yo pienso, qué pendeja, vive en San Jerónimo, lo tiene todo y así lo malgasta. Yo digo que ya es difícil que salga de esa situación porque es... es... no sé cómo decirlo..."
"Bastante disfuncional" dije sacando las palabras domingueras y pensando, como en cientos de veces en situaciones similares, porqué me tenía que estar enterando de todo eso. Seguramente tendría pesadillas en la noche donde aparecerían mujeres con dientes negros amarillos verdes; mujeres pálidas y ojerosas similares a zombies con el cerebelo gotéandoles por los oidos...
"Y ahorita mismo estoy yendo a verla" agregó el ahora ya no tan simpático chofer, "sería bueno que me acompañes para que me des tu opinión, porque sí es un caso de la chingada"
"En la siguiente esquina me deja" fue mi respuesta al divisar por fin Nicolás San Juan.
"Por favor".
Publicado por Pável 2 de Junio 2005 a las 02:35 AM