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18 de Diciembre 2003
De madrugada
Querida amiga:
Ya voy para allá. Tendrás que tener cuidado, mucho cuidado, porque mi rencor sólo puede compararse con mi sigilo. Tendrás que comprar uno de esos perritos falderos que sirven como alarmas con sus agudos ladridos, pero mucho me temo que tampoco te será de gran ayuda. Le voy a platicar acerca del discurso del método y se quedará dormido. Entonces voy a entrar por el jardín, y procederé a la cadena de maldad que vengo fraguando desde que no te veo: Cambiar la posición de las macetas, barrer las hojas del patio, colgar foquitos de navidad alrededor de la casa. Y cuando esté junto a tu cama, con mirada torva y siniestra recorriendo tu cuerpo dormido, procederé a matarte a base de cosquillas.
Ps. No soy Santa Claus ni nada parecido, así que no te hagas ilusiones. De hecho, si me lo encuentro, le daré una paliza tal que nunca volverá a aparecerse por tu barrio. JA.
Publicado por Pável 18 de Diciembre 2003 a las 05:38 PM