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24 de Mayo 2005

No quiero recordar ahora lo que científicamente sé acerca del mecanismo del deseo.

Únicamente me limito a mirarla, muy brevemente, y a repetir sistemáticamente que me gusta su cuerpo. A veces también niego con la cabeza en silencio; o me llevo la mano izquierda al rostro cubriéndome los ojos, pensando que la situación es insostenible. Que existe una especie de conspiración maligna para que ella esté tan cerca, a veces.

Ayer me hice jugo de naranja y me senté frente a mí. "No te la vas a coger" me dije obnubilado. Mi parte estadística salió a flote y me respondí "Sólo digamos que es muy poco probable". No sé si me respondí esto en plan optimista o pesimista.

Soy un inútil, pero no por mucho tiempo. Mi futuro ya está aquí.

Contra lo que pudiese pensar ella (y muchas ellas) desearla no me llevará necesariamente a iniciar un mecanismo de acercamiento. El hecho de que me la imagine en tantas situaciones y de que la tenga, digamos, disponible, no implica que yo mueva un dedo para conseguir el objeto de mi deseo.

Quizá sólo deseo desearla, y así está bien. Extrañas manías que adquiere uno.

Fantasmas.

Publicado por Pável 24 de Mayo 2005 a las 01:16 PM