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2 de Diciembre 2004
Mi cinismo puede ser tu realidad
-Por último -dijo la joven reportera- me quedan dos preguntas por hacerle y ambas tienen que ver con su personalidad.
-Usted dirá- respondió Gabriel genuinamente intrigado.
-Se dice de usted que pertenece a la escuela de los cínicos. Particularmente, me ha parecido que el tono de nuestra conversación se ha mantenido ajena a dicho ánimo; usted me ha resultado una persona más bien sincera, honesta, directa y franca; sin ninguna clase de artilugios.
A Gabriel le pareció que esa sinceridad, esa honestidad y franqueza le dibujaban como un personaje gris, sin aura. Sin esa aura que debe permanecer intacta del lado de los artistas. Se sintió desnudo. Así que respondió para cubrirse:
-Mi cinismo puede ser su realidad...
(y al decir esta inesperada frase se detuvo disfrutando de su ingenio. Es cierto que lo dijo sin pensar, pero le pareció adecuado cerrar el comentario)
... y debido a ésto el verdadero tono de mis aseveraciones pudo pasar totalmente desapercibido para usted.
Gabriel dio unos segundos para dejar caer el peso de las palabras. Después continuó:
-¿Cuál es su última pregunta?
La chica dudó ahora.
-Sí...bueno... algunas personas que le conocen bien dicen que usted es un desvergonzado mujeriego. ¿Qué me podría decir al respecto?
Gabriel se sintió dueño de la situación y reparó en la escena: Exitoso pintor de 47 años versus joven e inexperta reportera de aproximadamente 25. Se inclinó hacia la joven. Al hacerlo percibió un leve rubor en la chica, efecto que de alguna manera deseaba:
-Señorita... (dudó un momento, pero la identificación colgada del cuello de la mujer salió en su ayuda)...Patricia... si me permite, en un momento tendrá usted la oportunidad de comprobar la veracidad o falsedad de semejantes afirmaciones.
Y dicho esto, le miró las piernas.
Publicado por Pável 2 de Diciembre 2004 a las 05:02 AM