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26 de Octubre 2004
Un manuscrito
Caroline llegó a la ciudad de México en busca de un manuscrito del siglo XVII. Ella pulula por todas las bibliotecas y archivos públicos y privados de este adefesio de ciudad. En uno de sus traslados llega a los archivos de la Basílica de Guadalupe, donde encuentra la ficha bibliográfica del documento que busca, referido a la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia. Colección Antigua n° 13, 1. Pero en la mencionada biblioteca, a pesar de lo solícitos y amables que parecen todos el documento no aparece. Habla directamente con el director de la institución y le dicen que seguirán buscando y que si tienen noticias le llamarán por teléfono o le enviarán un correo electrónico. Alguien le sugiere que el manuscrito tal vez se encuentre en Europa.
Basado en estos hechos reales, se me ocurre una historia retorcida llena de conspiraciones, sectas, simbolismos, personajes siniestros, vueltas de tuerca y jugos gástricos. Como las historias baratas que están de moda, pues:
1. En concreto, el documento en referencia se encuentra desaparecido porque contiene, entre otras linduras, quién y cómo ordenó la creación de la tilma de Juan Diego, así como detalles de su confección. Sobra decir que a ninguna autoridad eclesiástica le conviene que la información aparezca. Un honesto grupo de historiadores quiere dar con él a toda costa para hacerlo público y estudiarlo. Otro grupo lo busca para destruirlo.
2. Pero además resulta que la Corte Penal Internacional está a punto de aprobar una resolución según la cual los países en desarrollo indemnizarían a sus antiguas colonias por el saqueo que llevaron a cabo en ellas hace cinco siglos. El documento que busca Caroline formaría parte de una de las irrefutables pruebas a favor de la resolución, ya que narra de manera detallada (fechas y nombres incluidos) cómo salieron de las colonias 16 millones de monedas de plata desde el puerto de Veracruz y 185 mil kilos de oro que arribaron al puerto de Sevilla entre 1503 y 1660. Un grupo comisionado por la Corte busca el documento para estudiarlo y hacerlo público. Otro grupo lo busca para destruirlo.
3. Pero por otra parte los "Anales de Juan Miguel" son fervosoramente buscados por los integrantes de dos sociedades secretas antagónicas, con siglos de existencia. Los integrantes de estas sociedades están esparcidos por todo el mundo y basan sus creencias y rituales en la supuesta conexión que había entre las culturas antiguas. Caroline no lo sabe, pero su tutor de tesis es un dirigente de una de estas sociedades (conocida en Alemania como Die toten Hosen) y la ha enviado a localizar el documento.
4. Die toten Hosen necesita el manuscrito original para recibir un "mensaje". Se acerca un ciclo de renovación dentro de sus creencias y "esperan" "instrucciones". El futuro de la sociedad depende de las palabras de su fundador (el tal Juan Miguel), plasmadas en el documento. En la biblioteca de la Universidad de Granz existe una copia incompleta del texto, con el siguiente comentario en el folio 2:
An der Nordsee
Das ist der (
) von St. Peter
Der Sand ist graubraun.
Der Himmel und das (
) sind rot
Und endlos weit.
Man kann studenlang weinen;
Der Strand ist nie zu Ende.
Zwei Häuser: die Dächer dunkelrot, die Wände weiß.
Por supuesto lo que salta a la vista es la ausencia de un par de sustantivos, así como el misterioso uso del verbo weinen y la mención de "dos casas". Ellos esperan que en el manuscrito original se encuentre la información restante. Su sociedad enemiga quiere llegar antes al documento para destruirlo, pues esto prácticamente disolvería a Die toten Hosen.
5. Así pues, tenemos al menos seis grupos siguiendo los pasos de Caroline: Un grupo fundamentalista religioso, un grupo de historiadores, un grupo de abogados internacionales, un grupo de sicarios y dos sociedades secretas. Casi para terminar, existe la posibilidad de que la misma Caroline sea un espía trabajando para alguno de los grupos en cuestión. O un espía doble.
6. Y para terminar, cabe también la posibilidad de que yo sea un espía trabajando para alguno de los grupos en cuestión. O un espía doble. O triple.
Agregue en cada uno de los puntos un poco de sexo, asesinatos gratuitos, nuevos e intrigantes personajes y hallazgos en cada capítulo y ya está.
Ahora me pregunto si haciendo un par de guiones con toda la anterior sarta de tonterías saldrían un par de películas o un par de best sellers. Pero tengo tanta flojera y hoy es martes. Así que señores directores, señores guionistas, usen las ideas si quieren. Yo no me molesto si hacen dinero con ellas; tengo una bicicleta nueva y eso es todo lo que necesito estos días para ser feliz.
:)
Publicado por Pável 26 de Octubre 2004 a las 05:25 PM