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24 de Noviembre 2003
Abandono (1)
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Quizá fue la manera en la cual él y Cinthia se besaron la primera vez. Quizá la forma como se desarrolló su primer encuentro determinó todo lo que habría de seguir. ¿Puede el primer beso predecir si una relación será tersa o tormentosa? Héctor es asaltado por esta pregunta mientras observa a la gente en la calle, a través del cristal. ¿Toda esa gente tendrá idea de lo que su primer gesto con una persona puede significar? ¿Está dispuesta a aceptar la responsabilidad que implica?
Héctor y Cinthia estaban en un café de chinos cuando se conocieron.
La mesa de ella estaba exactamente frente a él. Héctor recuerda que la miraba cómodamente, de espaldas. Ella parecía fijarse en otro hombre sentado solo al otro extremo del café. Héctor imaginó que Cinthia deseaba a esa persona. Nunca se hubiesen cruzado de no haber sido por las luces del café que en determinado momento comenzaron a parpadear. Una diminuta mesera se acercó afable a cada una de las mesas y comentó algo en voz baja, con unos gestos extremadamente dulces y tímidos. Cuando llegó a la mesa de Héctor le susurró algo acerca de un incendio en el piso de arriba. Entonces se hizo la oscuridad. Los demás clientes se arremolinaron en la única puerta de acceso; Héctor se apresuró para no perder de vista a Cinthia. La alcanzó a la salida y se dio cuenta que ella seguía buscando con la mirada al otro hombre. Aprovechó el momento de confusión para acercarse por detrás de ella y tocarle la cintura. La tomó desprevenida, desde luego, pero su atrevimiento hizo que ella se olvidara de una vez por todas de la otra persona.
Detengámonos en este momento. Héctor intenta reconstruir la escena, pero se apresura a llegar hasta el instante del primer beso con Cinthia. No repara en que el gesto importante, el inicio de todo se da justamente en el momento en el cual él le toca la cintura. Es este movimiento el que determina un cambio de disposición mental en Cinthia, quien hasta ese instante se encontraba absorta observando a otro hombre; quizá deseándole, quizá imaginando hasta dónde podría llegar con él. Pero al sentir un contacto claramente premeditado, su mente cambió de objetivo.
Se quedaron unos segundo inmóviles, a la entrada del café, unidos en aquel gesto. Los segundos que tardan una eternidad, ¿implican que serán el soporte de acontecimientos trascendentes? ¿Héctor y Cinthia presentían que una vez tomada una decisión no habría marcha atrás?
Cinthia empezó a caminar a toda prisa, sin mirar todavía a Héctor. Héctor la siguió a una distancia prudente. Después de dos calles ella dobló hacia la derecha y entró a lo que parecía ser un estacionamiento. Allí disminuyó la velocidad de sus pasos; su trayecto se volvió errático; parecía buscar un vehículo pero realmente se acercaba lentamente al fondo del lugar. Cuando llegó a la pared se detuvo. Seguía sin voltear. Héctor se acercó y puso las manos sobre los hombros de ella. La volteó y comenzaron a besarse.
(continuará)
Publicado por Pável 24 de Noviembre 2003 a las 09:05 PM