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17 de Octubre 2003
Carnavalito
Distinguidos:
Como bien señalara el Lic Osorio, el ex sotto secretario de salute nos mostró una vez más que en este gobierno hay un permanente carnaval.
Con increíble candidez, el Psiquiatra Bolsazo ofrecía todo tipo de cochupos y chanchullos "legales"...¡a través de internet!.
Claro que luego, el siempre impávido Santiago Creel informó que afortunadamente el mal empleado fue descubierto a tiempo, cuando realmente quien cerró la trampa a través del almidonado cuello del oriundo de Triestre, Italia, fue un periodista de apellido Avilés. Lo más penoso del caso, es que el indiciado Dr. Belsasso ya había sido descubierto engañando al propio gobierno, cuando a principios de la década de los noventas fue destituido como cónsul de México en Nueva York (cargo que incluso nunca llegó a ejercer) porque alguien descubrió que falsificó un documento oficial para hacerse pasar como ciudadano mexicano por nacimiento (por cierto, ya desde esta vez el Dr. Belsasso mostró su tierna inocencia, que raya en la estupidez, al falsificar una cartilla del Servicio Militar, lo cual es una práctica común entre adolescentes...¡pero no entre funcionarios gubernamentales, y menos entre cónsules!). Cuando uno cree que ya nada lo sorprende, nomás con mirar el periódico...
Si el propio gobierno volvió a emplear a semejante sujeto, es porque (y demás no hay que ser un Premio Nóbel para sospecharlo) detrás del Dr. Bolsazo existe una maraña de funcionarios "ejemplares" en el gobierno del cambio. Bien dicen que "no es culpa del indio, sino de quien lo hace compadre".
El magnífico Jefe Diego es otro de los dilectos representantes ciudadanos del cual debemos sentirnos orgullosos (la caricatura de Helguera es un excelente editorial al respecto).
Juez y parte, amigo de los poderosos y titiritero de la Carta Magna, se ofende al ser cuestionado con respecto a los objetivos que persiguen sus clientes, quienes sospechosamente sienten una inusual afición por el erario público, no importando de qué dependencia se trate. Baste para comprobar lo anterior escuchar el inicio de una de las grabaciones de una conversación telefónica entre él y Antonio Lozano Gracia, ex procurador general y actual socio del buffete jurídico del "Jefe" :
-¿Diego?
-¿Sí?
-Oye, pues nos fué a todísima madre...
(El Sr. Lozano empezaba de esta manera a contarle a que términos había llegado una negociación con un cliente del mencionado buffete, quien había demandado a una secretaría de estado... siendo el caso escandalosamente favorable para el cliente).
Y después se preguntan porqué la gente ya no cree ni en el PAN.
El Pato Patrón ya está harto de "mentiras" de los "malos ciudadanos" que no creen en gobiernos emanados del panismo. Contra viento y marea, defiende al contralor estatal, quien chocó un automóvil del gobierno...un domingo de temporada en Progreso. El Contralor, encargado de controlar y vigilar los recursos públicos, se regodea paseando a su hijo en un auto oficial. Del mismo modo, el chofer de la alcaldesa emeritense fue descubierto cuando salía de ¡un motel del periférico!, en la camioneta particular de su jefa, y al volante ni siquiera iba él, sino su compañera ocasional de cama. ¿El castigo para el caliente chofer?: $ 300.00 de multa.
Para la próxima, le sugiero que en vez de rentar un cuarto utiliza la parte trasera de la Voyager para desfogarse, que al cabo es camioneta y hasta aire acondicionado tiene.
Hablando de la misma alcaldesa, me imagino que ya no quiere saber nada de su camioneta ni del transporte en general, por el sainete que le armaron cuando intentó cambiar el esquema de transporte público de la ciudad. Sabucanes en mano, hordas de furiosas mestizas tomaron por asalto las calles del centro de la ciudad y, arengadas por eminentes priístas, secuestraron camiones de transporte, amenazando a los operadores de los mismos con atados de rábano o con llenarles los ojos de recado colorado.
Ante tal arsenal, la recién creada policía municipal optó por responder con gases lacrimógenos y macanazos, en una guerra civil propia de países de quinto mundo...como el nuestro.
Finalmente, el Congreso estatal se ha quedado sin Presidente de su Gran Comisión, al dimitir el siempre afable "Rich" Gutiérrez, quien optó por regresar a administrar su querida "Prepa" México, ubicada por el rumbo de plaza Oriente. Esgrimió dos razones principales como sustento de su dimisión: a) que ya "ni los empleados del Congreso me hacen caso, se ríen de mí" (¿?), y b) a que "el gobernador ya ni me habla, y lo que es peor, Silvita, su esposa y a quien yo le dí clase, tampoco me dirige la palabra". Poderosas razones de Estado que le impiden ejercer a cabalidad la noble encomienda que se le encargó. Cada pueblo tiene el gobierno...que elige.
(Que desventura).
¡Saludos!
Lic Gonzáles
Publicado por Lic Gonzáles 17 de Octubre 2003 a las 11:57 PM