el club de los insomnes

Si

Si estuvieras en mi casa esta tarde me abandonarías apenas yo me durmiese. Me darías un beso en la mejilla y saldrías a vagar por el parque al que siempre quieres ir sin mi compañía. Allí te internarías siguiendo el vuelo de un pájaro extraño y pequeño; al darte cuenta estarías perdida en medio de la arboleda. Tomarías una salida cualquiera y te encontrarías en una calle que nunca viste, frente a una casa a la que entrarías.

Dentro de la casa te acercarías a una puerta blanca, cerrada. Si acercaras el oído escucharías al otro lado golpes secos, sistemáticos, con un cese abrupto seguido de la pronunciación de tu nombre. Si abrieras la puerta encontrarías a un anciano sentado sobre una silla verde, con un martillo en la mano derecha y una alforja en mano izquierda. El anciano reanudaría los golpes sobre la pared apenas verte. Antes de que termine su ritual tú comprenderías que no es él quien pronuncia tu nombre, porque lo desconoce. Entonces desearías que el ruido del martillo no cese, porque te aterra saber quién dentro de esa habitación ha estado llamándote, silenciosamente, desde que me dejaste dormido.

Publicado por Nôd 2 de Enero 2004 a las 11:58 AM