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2 de Noviembre 2003
Los sonidos del río
La decadencia de la hegemonía estadounidense sobre el planeta ha comenzado. Al menos esta es la tesis que plantea en su más reciente libro el analista y demógrafo francés Emannuel Todd.
Todd se remite a analizar lo que él considera signos inequívocos de la caída del imperio: la grave crisis de la economía norteamericana, sus desesperadas intervenciones militares para sanear sus finanzas, la descomposición de su sistema democrático, la patente vulnerabilidad de su territorio.
Considera que actualmente el único aliado importante de los EE.UU. es Israel, pero que dicha alianza es demasiado frágil ideológicamente hablando: Mientras que norteamérica necesita un presencia fuerte en la zona euroasiática, la principal preocupación de Israel es la consolidación de su estado, así sea a sangre y fuego. Todd considera que cuando los objetivos de ambas naciones entren en conflicto se dará un rompimiento entre ellas.
También señala los mitos que hacen aparecer a EE.UU. como una superpotencia pero que realmente tienen un fundamento muy engañoso:
* Que EE.UU. es una potencia ilimitada militarmente hablando. La actual Rusia conserva todavía la capacidad nuclear para borrar del mapa a quien se le ponga enfrente; sin olvidar que países como India y Corea del Norte cuentan también con el instrumental necesario para intimidar a cualquiera. Si bien la capacidad militar aeronaval de los norteamericanos es muy adelantada, su limitada y pobre capacidad para el combate terrestre ha quedado más que demostrada en las Guerras del Golfo y en la caza de talibanes en Afganistán. El que Bin Laden y Saddam Hussein continúen paseándose por ahí es un recordatorio de ello.
* Que, pese a su crisis económica, EE.UU. es aún la mayor potencia monetaria. Este mito también es cuestionado en otro polémico libro. Mucha gente tiende a pensar que EE.UU. es el centro de la economía mundial, y que se vale de organismos como Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial para obtener posiciones ventajosas para sus empresas. En realidad no todas las empresas más poderosas del planeta son norteamericanas; parece ser que el llamado "imperialismo económico" reside más bien en todos los lugares del planeta y que los imperios transnacionales que actualmente tienen su sede en EE.UU. un buen día pueden abandonarle si dicho país cesa de ofrecerles las condiciones necesarias para su óptimo funcionamiento. La idea de EE.UU. como el país "más rico" del mundo no se sostiene si recordamos que aún en los llamados países del tercer mundo existen personas y empresas cuya riqueza es comparable a las personas y empresas más ricas de norteamérica; México y Brasil son ejemplo de ello. Más aún, dentro de EE.UU. la brecha entre ricos y pobres posee un patrón muy semejante al de los países tercermundistas.
* Que vivimos en un mundo "unipolar". La presencia económica, política y militar de Europa se comienza a consolidar con la emergencia de un eje franco-germano-soviético (¡uy!). Hace apenas unas semanas Francia y Alemania propusieron crear un centro de comando militar de la Unión Europea totalmente separado de la OTAN. Rusia por su parte ha vuelto a posicionar sus ejércitos en la república de Kirguistán, muy cerca de donde EE.UU. tiene una base aérea cuyo objetivo primordial era destituir a los talibanes de Afganistán. Y en lo que es considerada una jugada maestra por parte de Vladimir Putin, aprovechando la visita del canciller alemán Schroeder a su territorio, anunció que: 1. Rusia ha pagado de forma adelantada su deuda con el FMI; 2. Rusia pagará parte de su deuda, también de forma anticipada, a Francia; y 3. Rusia planea cotizar y organizar su mercado de gas y petróleo en ¡euros!. El mensaje: Rusia está de regreso, y en plan amigable con el resto de Europa, no con EE.UU. Por supuesto, los "petroeuros" no le harían mucha gracia a los EE.UU. De hecho, el anuncio de Putin les está causando pánico. Como sugiere la Red Voltaire, ¿se imaginan si a los principales países exportadores de petróleo se les pegara la gana vender en euros? Los países consumidores tendrían que cambiar sus dólares por la moneda europea, provocando el derrumbe definitivo de la hegemonía del billete verde.
Así pues, con todo y sus aparentes diferencias y divisiones, Europa nunca ha dejado de ser el contrapeso del poder norteamericano. Sin olvidar a los tigres asiáticos.
Otra ilusión de mundo unipolar se da en el aspecto cultural. Esta ilusión tiende a darse más en latinoamérica. Creemos que culturalmente hablando los EE.UU. han impuesto su filosofía de vida a todo el mundo, incluido el oriental. Que la repetición de costumbres norteamericanas y la hegemonía del idioma inglés son pruebas irrefutables de esto. En primer lugar, a pesar de que testificamos cómo muchas costumbres y tradiciones estadounidenses son imitadas en muchas partes del mundo, estas costumbres y tradiciones tienden a mezclarse con la idiosincracia local. Los "halloween" mexicanos distan mucho de los gringos, por poner un ejemplo. La misma cultura estadounidense se ha visto modificada por su población migrante. ¿Cuántos millones de personas en Estados Unidos no festejan cada 12 de diciembre a la Virgen de Guadalupe? ¿Cada 5 de mayo la batalla de Puebla? ¿Cuántos en el territorio norteamericano no viven y reproducen las tradiciones de sus países de origen, sean irlandeses, judíos, chinos, italianos, etc.?
Y en cuando a la cuestión del idioma, baste recordar al espanglish. O analizar lo que está sucediendo en Europa, donde el idioma español cada vez es más popular y estudiado, y en donde la cultura latinoamérica tiene un lugar cada vez más importante en el ámbito cultural y demográfico.
Por último, Emmanuel Todd refiere que conforme pasa el tiempo, un número mayor de analistas respetables comienza a hablar acerca de la caída de la "hegemonía" estadounidense, y que éste sólo hecho es un indicador de algo. Es decir, cuándo el río suena...
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Publicado por Pável 2 de Noviembre 2003 a las 02:20 AM