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2 de Octubre 2000
Correo Mayor
Para: Los que se fueron a Europa y ya regresaron (espero)
De: El que se quedó en la Grande Babylon, en plan de simulacro
Querid@s:
Sé que su conciencia política y humanitaria les llevó hasta Praga. Me los imaginé uniéndose a las caravanas de bicicletas que partieron desde Alemania y Francia, o viajando colgados como cualquier hijo de vecino de Bombay, en los vagones y autobuses que rentaron los italianos, o pidiendo aventón tal y como lo hicieron los grupos portugueses. Sé que al enterarse del Otoño de Praga, la histórica manifestación contra el Fondo Monetario Internacional, contra el Banco Mundial y el neoliberalismo, se sumaron sin chistar al Festival El Arte de la Resistencia. Los visualicé unidos a los representantes de Argentina, Bangladesh, Brasil, Colombia, Chipre, Ecuador, Reino Unido, Finlandia, Grecia, Noruega, Polonia, Irlanda y Venezuela quienes ya habían confirmado su asistencia. Cantando unidos en una lenguaje inexplicable y encontrando en los ojos de gente tan lejana, que el mundo es tan pequeño y tan uno que la máxima barbaridad es no sentirlo así.
El martes 19 de septiembre se cumplieron quince años de los sismos de 1985, y quince años de mi salida de esta ciudad. Al volver a pisar las calles de esta urbe en esa fecha, me encontré con mucha gente de pie, en silencio, mirando hacia arriba, a los edificios. En grupos de seis por cinco, como si fueran parte de un desfile escolar o de una representación. Se hacían simulacros por doquier. Recordé el relajo que se armaba cuando nos hacían salir de las aulas en plan de simulacro, cuando estudiaba la primaria aquí. Recordé también, de casualidad, que ustedes de niños jugaban en la playa, y que yo no la conocí hasta los nueve años, y que cuando eso sucedió quedé aterrado. Pero esas son otras historias, las de infancia, las del pasado, las del 85, donde el relajo se terminó. Hoy me enteré que esta ciudad será destruida de nuevo, que no quedará ni un solo palacio de pie. Lo que ya sabía; que si uno habita en Ciudad Babylon está preparado para morir en cualquier instante, y que esa predisposición de ánimo la dicta la irreparable miseria o la imperturbable felicidad. Es curioso porque muchos jóvenes de Babylon se sumaron al Otoño de Praga, intentando mejorar al mundo a su manera, con o sin conciencia de que no hay futuro debajo de esta tierra. En cambio, para que Yucatán vuelva a hundirse, faltan algunas eras geológicas, y por eso tiene más sentido que ustedes hayan luchado por el futuro, así sea en Europa.
Mi admiración y el agradecimiento sincero de todos los convencidos de la causa.
Pd. En fin, que si de casualidad no hicieron manifestación y en vez de sumarse a las condenas más bien se sumaron a la farra y al turisteo, ¿acaso se les puede reprochar algo? Yo por mi parte no; lo único quizás, es que si ya estaban en ese plan no se hayan puesto una buena peda en mi nombre.
México, D.F., Ciudad Babylon, a 2 de octubre de 2000
21.21
Publicado por Pável 2 de Octubre 2000 a las 02:23 AM